Un ambiente laboral armonioso, creativo y productivo se construye en base a tres C: Confianza, Colaboración, Compromiso. Cada uno de estos valores son pilares fundamentales, por lo cual si falta alguno, todo se desmorona. Aquí hacemos un análisis exhaustivo de la construcción de Confianza. En esta entrega nos ocuparemos de la importancia que tienen en el salón construir la confianza entre empleados.

Flavio Marco González

Licenciado en Marketing egresado de la UCES & Coach Ontológico Certificado ICP

Director de Marketing y Coach de la Oscar Colombo Academy; Buenos Aires, Argentina.

@fmgcoaching

Construir Confianza

Construir confianza es asumir riesgos. Cada vez que confío en alguien concedo algo que luego no sé si me lo van a retribuir como corresponde. Por lo que es necesaria la prudencia.

Pero la prudencia no se debe transformar en desconfianza. Por eso es necesario chequear e interpretar las señales que se dan en el proceso de construir esa confianza.

Muchas veces esas interpretaciones las fundamento en la sinceridad: “esa persona es sincera conmigo”.

Lo mismo sucede cuando construyo confianza desde el histórico: “es una persona que no me ha fallado”.

También es importante analizar la competencia: “sé que esta persona tiene las habilidades necesarias para que delegue esta responsabilidad en ella”.

Construir Pertenencia

La confianza construye pertenencia. Esto fomenta compañerismo, algo que facilita la integración y creación de un sentido de familia y equipo. Esto es imprescindible para liderar un equipo armónico, de alta competencia y, sobre todo, productivo.

Los 4 Pilares de la Confianza

  • Sinceridad: Coherencia entre lo que pensamos y sentimos internamente, y lo que decimos y hacemos externamente.
  • Competencia: Que la persona tenga los recursos, conocimientos y/o habilidades necesarias para realizar una determinada función.
  • Credibilidad: Si la persona tiene un historial de promesas cumplidas confiaremos en ella, mientras que si, por el contrario, no cumplió, nuestra confianza en esa persona se verá afectada.
  • Involucramiento: ¿Qué tan comprometida está la persona con la tarea a realizar? Cuanto mayor sea el involucramiento que percibamos, mayor será la confianza.

Estos cuatro pilares son importantes e imposibles de reemplazar porque la falta de alguno de ellos hará desmoronar la confianza. Por eso es que si no confío o no confío del todo en alguien, tengo que ver qué pilar reforzar.

Aunque antes debería preguntarme:

  • ¿Confío en mí?
  • ¿Qué tan sincero soy en mis interacciones con otros?
  • ¿Me involucro y comprometo con lo que hago?
  • ¿Me considero competente en lo que hago?
  • ¿Qué necesito aprender para que los demás puedan confiar en mí? ¿Soy de cumplir mis compromisos?

Un interrogatorio clave que debemos respondernos antes de hacer la primera pregunta a nuestros colaboradores.